Mercado de Abastos

Mercado de Abastos como negocio de éxito

En este blog creado por alumnos de Geografía de la Universidade de Santiago de Compostela queremos dar a conocer los aspectos mas destacados de una empresa de éxito asociada al rural como es el caso del mercado de Abastos que lleva 139 años en funcionamiento. En el blog trataremos de explicar el por qué ha durado tanto este negocio, incluso ha sobrevivido a etapas de guerras, crisis y cambios de ubicación y hoy en dia ha cogido una consolidación que le augura muchos mas años de vida.







viernes, 22 de junio de 2012

Organigrama de la Plaza de abastos


La Plaza de abastos, ¿donde están las ventajas?

   Me gustaría compartir mi opinión como usuario del mercado de la Plaza de abastos, al que suelo ir a comprar una vez semanalmente desde hace ya varios años. Al pasearse por la plaza se puede percibir la gran importancia que tenía tradicionalmente, y que hoy en día parece que haya perdido fuerza; la gran ausencia de usuarios jóvenes es una de las primera percepciones que he podido percibir, la plaza no atrae a la gente joven, y es que aparte de las competencias que sufre la plaza con las grandes supermercados y de la cercanía y gran dispersión de los supermercados por la ciudad, existen más razones.
   Las veces que he ido a comprar a la plaza he sentido la sensación de sentirme desorientado sin saber en que puesto comprar debido a la variedad y a la poca información de los productos que hay y también, en muchos de los puestos, los vendedores no tienen puestos los precios de sus productos, con lo cual es como una compra a ciegas. La sensación es de que te pueden poner ellos el precio a su manera, los precios varían de unos días a otros y no hay transparencia. Los vendedores demandan gente joven en la plaza pero muchos de ellos no se preocupan realmente de cuidar a esa clientela. Al final con todo esto lo que se consigue es espantar a la clientela y más a la joven, la cual no conoce apenas el mercado.

   Otro de los inconvenientes que le veo al mercado desde mi punto de vista, es que ha perdido esa seña de identidad de tener los mejores productos y al mejor precio, pues sus mismos productos están distribuidos por toda la ciudad, muchos de los puestos de la plaza tienen otra tienda o negocio por la ciudad en la que ponen a la venta el mismo tipo de producto y al mismo precio.
Además a la hora de comprar y pedir si te hacen el descuento de estudiante (una de las ayudas y de los incentivos que pueden llevar a los jóvenes a comprar a la plaza) te dicen que no lo saben si eso es así y parece que es la primera vez que lo escuchan, cuando realmente lo que tendrían que hacer los vendedores es enterarse de todas las facilidades que les pueden ofrecer a los jóvenes y desde luego estar al tanto de ello y no comportarse como se comportan.

   La plaza, desde mi punto de vista, pierde esa seña de identidad por estas y otras razones, si en un futuro las cosas no cambian pienso que será un punto de gran afluencia de turistas, por su emplazamiento en la ciudad y tradición, pero no de compradores y menos de gente joven.  "¿Donde están las ventajas de ir hacer la compra al mercado?"



Me gustaría saber cual es vuestra opinión personal si alguien se siente identificado con el tema o a mi ha sido a uno de los pocos que esto le ha pasado. Con esta opinión personal no pretendo sacarle prestigio ni criticar duramente el mercado, sino al contrario, se trata de una opinión de un usuario habitual del mercado que piensa que las cosas no se están haciendo como deberían para despertar el interés de los jóvenes por la Plaza de abastos de Santiago de Compostela.

lunes, 4 de junio de 2012

Entrevistas a compradores y comerciantes de la plaza

Este trabajo quedaria incompleto sin una entrevista a comerciantes y a compradores o usuarios de la plaza.
Esta es una pequeña muestra de las opiniones que tienen los usuarios del mercado.





Creemos que el trabajo a pie de campo es fundamental para conocer la realidad del tema que se está investigando.


Autores: Diego, Alberto y David

domingo, 3 de junio de 2012


VOLVER A LO DE ANTES

Hace ya algún tiempo que conocemos quién es el ganador de la batalla comercial entre los mercados tradicionales y las grandes superficies. Los supermercados y centros comerciales han invadido nuestras ciudades, convirtiéndose en la forma más sencilla, cómoda y barata de hacer la compra. Parece que los mercados, y en este caso el Mercado de Abastos de Santiago, se quedaron atrás hace años.
Los consumidores ya no valoran la tradición, el placer de ir a comprar y vivir esa experiencia con los cinco sentidos. Muy al contrario, lo que prima hoy en día es el tiempo y la comodidad: si lo tengo todo en el mismo sitio, y lo más pronto posible, mejor. En esta sociedad se ha instaurado una forma de vida (sobre todo en las nuevas generaciones) en la que hacer la compra no es un placer, sino una incómoda necesidad.
Por este motivo, ir al mercado ya no entra en los planes de la mayoría. Y es una pena. Sí, se pasa más tiempo para comprar, quizás, lo mismo; se tiene que hablar varias veces con cada dependiente, en cada puesto; y posiblemente haya que ir a otros sitios a terminar de adquirir las cosas que no se han podido encontrar en el mercado.
Pero ¿dónde quedaron las ventajas de ir a comprar al mercado? Se trata de una experiencia mucho más personal. La gente que habitualmente compra en el mercado (y que, desgraciadamente, suele superar los 50 años) puede dar constancia de la cercanía que existe entre los compradores y los vendedores. En el mercado, normalmente, la persona que atiende no se limita a decir: “hola, son 35.70, gracias”. Sino que te aconseja, te hace regalos para que no tardes en volver y, si te conoce, se interesa por ti. Pero no todos sabemos valorar esto.
Además, en el mercado todo está a la vista, todo es natural. Pasear por los pasillos del mercado es invadirse de olores y sabores que no se encontrarán nunca en el mejor de los supermercados, mucho más asépticos. No es solo comprar, es toda una experiencia.
En este blog hemos querido homenajear, en cierta manera, a todos los mercados de todas las ciudades que están viendo disminuir sus ventas y su número de vendedores. No podemos cambiar la situación, ni convencer a la gente de las bondades de comprar en el mercado. Pero este es nuestro granito de arena para, por lo menos, impedir que algún día desaparezcan por completo.